Carlos Roque: El candidato que promete, pero traiciona

Carlos Roque, candidato a diputado local por el distrito II de la coalición Fuerza y Corazón por Colima, compuesta por el PRI y el PAN, ha desatado una ola de promesas y compromisos en su campaña electoral. Sin embargo, ¿puede confiarse en las palabras de alguien con un oscuro historial?

El señor Roque ha asegurado ser la mejor opción para representar a su distrito, prometiendo mejorar el transporte público, revitalizar el centro histórico y promulgar una ley de fomento económico para beneficiar a los pequeños comerciantes. Se presenta como el defensor de las causas ciudadanas, comprometiéndose a ser uno de los legisladores más productivos del congreso estatal. Pero, ¿hay sustento detrás de estas promesas?

Resulta que Carlos Roque no es ajeno al mundo de la corrupción. Bajo las órdenes de Rosario Robles, arrestada por desvío de recursos, ocupó un cargo clave en la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU) en Colima. ¿Es este el tipo de individuo en quien los ciudadanos deberían depositar su confianza?

Pero la trama se complica aún más. Su nombramiento como Director de Ingresos, otorgado por el cuestionado Carlos Noriega, quien enfrenta un juicio por desvío de recursos, plantea serias dudas sobre su integridad. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha puesto bajo la lupa los movimientos de dinero entre las cuentas de Roque y Noriega, dejando al descubierto una red de intrigas y sospechas.

Además, en un giro irónico del destino, hace apenas unos meses, Carlos Antonio Cárdenas Roque ocupaba el cargo de Director General de Desarrollo Económico, Social y Humano en el Ayuntamiento de Colima, bajo la administración de la priista anaranjada Margarita Moreno, quien es, significativamente, la esposa de Carlos Noriega. A nadie le puede sorprender que Roque también haya sido el brazo operativo del grupo priista que frustró las aspiraciones de Margarita para su reelección como presidenta municipal. El candidato sabe traicionar.

Roque en plena campaña por el Segundo Distrito local de Colima promete hacer como diputado lo que su partido nunca ha hecho y espera que el olvido borre la red de conexiones corruptas que siempre han caracterizado al PRI y al PAN.

¿Puede confiarse en las promesas de un candidato con un pasado turbio? ¿Es Carlos Roque realmente la voz de las causas ciudadanas, o simplemente otro político más en busca de poder y privilegios? Mientras los ciudadanos sopesan estas preguntas, queda claro que el caso de Carlos Roque es solo la punta del iceberg de un partido político marcado por la corrupción y la traición.